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jueves, 30 de junio de 2011

MANTRAS

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La palabra Mantra proviene del sánscrito donde man significa mente, y tra, que tiene el sentido de protección y también de instrumento.
Un Mantram es una palabra o una serie de palabras en un lenguaje milenario y sagrado (sánscrito, tibetano, hebreo, hindú, arameo, ancestral indígena) que al ser repetidas durante cierto periodo de tiempo, provocan un movimiento en nuestros diferentes cuerpos, elevando así nuestra vibración y permitiéndonos entrar en contacto con nuestro Ser o parte Divina.
Los mantras son recursos para proteger a nuestra mente contra los ciclos improductivos de pensamiento y acción. Aparte de sus aspectos vibracionales benéficos, los mantras sirven para enfocar y sosegar la mente. Al concentrarse en la repetición del sonido, todos los demás pensamientos se desvanecen poco a poco hasta que la mente queda clara y tranquila.
El uso de un mantra tiene, además, otro propósito fundamental en la meditación. Normalmente estamos centrados en lo que ofrece el mundo exterior. Para esta actividad domina el hemisferio cerebral izquierdo, que está a cargo del lenguaje hablado, la lógica, y las capacidades analíticas. Pero la experiencia de totalidad solo puede ser otorgada por las habilidades que rigen desde nuestro hemisferio cerebral derecho. Necesitamos de la facultad de síntesis y del desarrollo de posibilidades no verbales, como la visualización. La acción repetitiva del mantra aburre a la mente lógica y nos saca de sus dominios. Pasa entonces el mando al hemisferio derecho del cerebro, y con este empalme queda abierto el camino para la trascendencia.
Existen miles de invocaciones y mantras de las diversas culturas y religiones de todo el mundo. En algunos se observa una semejanza de ritmo y entonación que nos hacen pensar en un origen común y por lo mismo, en largos ciclos de utilización que le otorgan el poder propio de la repetición inmemorial, aunque el valor más profundo de un mantra tiene que ver con lo que nosotros invertimos en él.
AOM: El gran sonido primordial, el sonido originario a partir del cual se creó el universo, el sonido de todos los sonidos juntos.
OM AH HUM: Tres sílabas de gran poder, que se utilizan para las finalidades siguientes: a) purificar la atmósfera antes de emprender un ritual o una meditación; b) trasmutar una ofrenda material en su contrapartida espiritual.
OM MANI PADME HUM: Significa “la joya del loto que reside dentro” Mani Padme representa la joya del loto, la sabiduría esencial de las enseñanzas budistas, la esencia divina, mientras que Hum representa la realidad sin límites encarnada dentro de los límites del ser individual. Así Hum une lo individual con lo universal.
YO SOY EL QUE SOY: Esta versión en nuestro idioma tiende también a unir lo individual con lo universal.
OM KLIM CRISTAVE NAMA HA: Significa “en el nombre del todo que mi presencia crística venga a mí”.
OM NAMAH SHIVAYA: Significa “en el nombre de Shiva”. Es uno de los muchos mantras que invocan nombres de divinidades.
NAMY HO REN GE KYO: Este mantra japonés tiene un significado similar al anterior.
KODOISH KODOISH KODOISH ADONAI STEBAYOTH: Está en hebreo y significa “Santo Santo Santo es el Señor de las Huestes Celestiales”.
¿Cómo funcionan?
Los mantras emplean los mismos canales subliminales que la música y los anuncios publicitarios, aunque con intenciones mucho más benéficas. No es necesario intelectualizar el “significado” o la simbología del mantra para que su sonido ejerza sus efectos sobre nosotros. El ritmo sonoro funcionará en el plano inconciente y acabará por saturar los pensamientos conscientes, lo cual a su vez, afectará a los ritmos. De hecho, parte de la magia del mantra consiste en que no se debe reflexionar sobre su sentido, pues sólo así trascenderemos los aspectos fragmentarios de la mente consciente y percibiremos la unidad subyacente.
¿Cómo se utilizan?
Pronunciados en voz alta o interiormente de forma rítmica y repetitiva. Algunas tradiciones hindúes utilizan un mapala, una especie de rosario con 108 cuentas para recitar cada mantra en ciclos exactos al alba y a la puesta del sol. Algunos maestros espirituales aconsejan recitarlos, también, cada vez que nuestra mente no esté concentrada en un trabajo que requiera toda nuestra atención, para mantener nuestra mente limpia y purificar nuestro entorno evitando los pensamientos impuros, las divagaciones y la falta de concentración.
Anodea Judith dice que pronunciado en voz alta durante algunos minutos a primera hora de la mañana, “un mantra eficaz queda reverberando en silencio, mentalmente, durante toda la jornada, y deja en nosotros la impronta de la vibración, la imagen y el significado. Se cree que con cada eco, el mantra acentúa la magia sobre la textura de lo corporal así como de lo mental, en el sentido de promover la armonía y el orden. La actividad adopta un nuevo ritmo; todo baila a la cadencia del mantra. Si lo elegimos rápido, nos servirá para generar energía y vencer la modorra. Si recurrimos a un mantra lento, nos ayudará a obtener durante todo el día un estado de relajación y de calma”.
Los mantras crean ondas de la pensamiento-energía.
Los mantras comienzan una vibración de gran alcance que corresponde a una frecuencia espiritual específica y a un estado de conciencia en forma de la semilla. Después de una longitud del tiempo que varía de individual al individuo, la gran onda del mantra calma el resto de las vibraciones de la persona. En última instancia, el mantra produce un estado donde el organismo vibra en el rango totalmente en consonancia con la energía y el estado espiritual representados cerca y contenidos dentro del mantra. En este punto, un cambio del estado ocurre en el organismo. El organismo llega a ser sutil diferente. La persona se convierte en el estado producido por el mantra.
Los mantras son energía que se puede comparar a la del fuego.
Puedes utilizar el fuego para cocinar tu almuerzo o para quemar un bosque. Es el mismo fuego. En forma similar, un mantra puede traer un resultado positivo y beneficioso, o puede producir una fusión de energía cuando es mal empleado, o practicado sin una cierta dirección. Hay ciertos mantras que son tan exactos, tan específicos y de tal alcance que deben ser aprendidos y practicados bajo supervisión cuidadosa de un profesor calificado. Afortunadamente, la mayoría de los mantras usados extensamente en occidente son perfectamente seguros para utilizar sobre una base diaria.



Para terminar he aqui una bellísima canción mapuche …..


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Me es muy grato recibir tus comentarios. Gracias Gloria Morelli