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lunes, 12 de noviembre de 2012

Retrasar el envejecimiento‏


Para envejecer más lento, la explosión es lo mejor

¿Por qué nos volvemos más lentos a la medida que envejecemos? Un factor importante en esa caída de rendimiento es la pérdida de masa muscular, un proceso llamado sarcopénia. Pero no es lo único. Hay que derribar algunos mitos.



por RENATO DUTRA
S. PAULO (Veja). 

¿Es posible retrasar el envejecimiento?
De todos los atributos físicos que declinan con el pasar de los años, la velocidad es el que más se deteriora. Esa situación se vuelve nítida cuando colocamos un equipo de jugadores de 20 años de edad para enfrentar un equipo de atletas veteranos. Los arranques, los cambios de dirección ejecutados por los jóvenes dan la impresión de que los más viejos están pegados al suelo.
¿Solo nos queda conformarnos? ¿O será que hay como luchar contra ello?
Primero es necesario entender por qué nos volvemos más lentos a la medida que envejecemos. Un factor importante en esa caída de rendimiento es la pérdida de masa muscular, un proceso llamado sarcopenia. La mayoría de nosotros tendrá una disminución de 10% de los tejidos musculares entre los 25 y 50 años. después de los 80 años, la reducción llegará a 45%.
Para ejemplificar ese declive: el bíceps de un bebé posee cerca de 500.000 fibras musculares mientras que el de un hombre de 80 años tendrá solamente 300.000.
A medida que envejecemos, también disminuimos la producción de hormonas de crecimiento (GH) lo que reduce el nivel de síntesis de proteínas y disminuye la capacidad de renovación celular. Nuestro cuerpo tiene básicamente 2 tipos de fibras musculares,
> las de contracción rápida (menos resistentes, pero más potentes) y
> las de contracción lenta (más resistentes y mucho menos potentes).
Adivine: ¿cuál es el tipo que más decae con la edad? Las fibras de contracción rápida. Por eso los especialistas dicen que es más fácil mantener la resistencia que la velocidad.
Durante mucho tiempo se creyó que las corridas de larga duración y baja intensidad serían ideales para cuidar la salud en la edad más avanzada. Hoy se sabe, sin embargo (y eso ya fue divulgado por Chegada), la liberación de hormonas GH es directamente proporcional a la intensidad del ejercicio. Y el reclutamiento de las fibras de contracción rápida también depende de la intensidad del esfuerzo.
Eso coloca en jaque la creencia de que los “viejitos” no pueden realizar actividades de mucha explosión. En realidad, es lo contrario. Cuanto más viejos, más necesitamos de estímulos explosivos para retardar el proceso natural de envejecimiento.
Claro que los practicantes con más edad necesitan ser sometidos antes a todos los exámenes médicos y a un periodo de adaptación a rutinas de entrenamiento más exigentes. Muchos estudios, sin embargo, vienen probando a los ancianos y con mucho éxito.
Y hay diversas posibilidades para que podamos imprimir un grado de esfuerzo elevado y con menor impacto: bicicleta, hidrogimnasia y natación son opciones interesantes en este sentido.
En resumen, no sirve atribuirle toda la culpa por el deterioro de la condición física a la edad. El envejecimiento tiene un papel importante en eso, por supuesto, pero parte de esa caída es resultado de la ausencia de estímulos adecuados. Y es posible retrasar ese proceso. Basta acelerar el entrenamiento – para desacelerar - ¡en la edad!


MASTER EN YOGA BIOENERGÉTICO
PROFESORA: GLORIA MORELLI
YOGA PARA NIÑOS
MEDITACIÓN
EMBARAZO
POST PARTO
"BILIOTECA DE OLIVOS"AV. MAIPÚ 2901- OLIVOS

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