Buscar este blog

lunes, 6 de marzo de 2017

Meditar, un ejemplo para educar a tus niños


Cuando haces de la meditación parte de tu vida, tus hijos seguirán tu ejemplo.

Una educación por medio del ejemplo es muy importante para los niños. 
Los niños imitan a sus padres; tú no tienes que enseñarles a meditar. Nunca hagas eso. 
Debes enseñar a tus hijos a través del ejemplo cómo sentarse tranquilamente y hacer que sus mentes vayan en una sola dirección. 
Cuando uno se sienta en la meditación, el niño también viene a sentarse a su lado y finge hacer lo que uno está haciendo. 
De esta manera el niño llegará a saber lo que tú estás haciendo y también formará el hábito de sentarse junto a ti.


Yo solía hacer eso en mi infancia. Cuando mi maestro se sentaba en la meditación, me sentaba a su lado. Cuando quería atención, me gustaba subir a su regazo. No me decía nada, por lo que yo hacía cosas para llamar su atención. A continuación, él me frotaba la frente, y yo no sabía lo que había pasado. Estoy seguro de que no estaba durmiendo. Si te sientas en meditación y tu hijo viene y se sienta a tu lado y cierra los ojos, es muy útil para el niño. ¿Crees que el niño está meditando? Yo digo que el niño está meditando mejor que tú. Incluso cuando un niño simplemente imita cuando estás meditando, es muy útil para el niño.

La meditación es una cosa muy poderosa que le da vibraciones útiles para todos. 
Cuando meditas, sin duda afecta a tus hijos. Si grabas las ondas cerebrales de un niño que está durmiendo mientras estás meditando, vas a ver una diferencia. Incluso tus plantas y mascotas se ven afectados cuando meditas. 
En lugar de imponer tu ego o tus problemas emocionales a tus hijos en el nombre de la disciplina, por favor, disciplinate, y luego tus hijos también aprenderán.

Como parte de nuestra formación educativa hay que definir la espiritualidad más precisos y universales.

Espiritualidad significa aquello que nos ayuda a disciplinar a nuestros pensamientos, palabras y acciones; lo que nos lleva hacia el centro de la conciencia, y por lo tanto ayuda a desplegar nuestros potenciales internos. Enseñanzas sobre la base de dichas orientaciones espirituales ayudarán a la humanidad a convertirse en autosuficiente y segura. Sólo la educación basada en la espiritualidad puede traer equilibrio armonioso tanto a nuestra vida externa e interna.

No tenemos que obligar a los niños a creer que hay un Dios. Sin embargo, hay que darles la oportunidad de desplegar sus potenciales internos, para ganar confianza, y para inspirarse para buscar a Dios de acuerdo a sus propias tendencias internas y capacidad. Para que los niños aprendan a cultivar las virtudes divinas dentro de sí mismos, el conocimiento de las teorías que prueban la existencia de Dios no son tan importantes como aprender a disciplinarse a uno mismo. A través de la autodisciplina, Dios puede ser experimentado directamente.

Las prácticas espirituales, llevadas a cabo a una edad más temprana, tienen un efecto profundo y duradero. Los seres humanos tienen un enorme potencial a condición de que se les enseña a entrenarse a sí mismos en todos los niveles – físico, mental y espiritual. Enseñemos a nuestros hijos a tomar conciencia de sí mismos en todos los niveles. Con una mente tranquila y concentrarse en un solo punto, los niños pueden obtener una idea de la verdadera paz y felicidad.


(Un extracto de Let the Bud of Life Bloom, A guide to Raising Happy and Healthy Children por Swami Rama, Lotus Press, 2002)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me es muy grato recibir tus comentarios. Gracias Gloria Morelli