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jueves, 14 de junio de 2018

Meditación para la glándula tiroides


1ª POSTURA:
De pie, extiende los brazos hacia arriba y hacia atrás, arqueando la espalda en un ángulo de 20º desde la posición inicial. Las palmas de las manos se miran entre ellas y los dedos permanecen estirados.
La cabeza está alineada con el cuerpo. Mantén la postura.
CONCENTRACIÓN:
Los ojos están cerrados y dirigidos al punto del entrecejo, o ligeramente abiertos para mantener el equilibrio, si es necesario.
RESPIRACIÓN:
Profunda, lenta y larga, a través de la nariz.
TIEMPO: De 1 a 2 minutos.
FINAL: Inspira profundamente y retén el aire durante 5 segundos, espira y colócate inmediatamente en la siguiente postura.
2ª POSTURA:
De pie, inclínate muy despacio, todo lo que puedas, hacia delante, manteniendo los brazos rectos junto a las orejas.
CONCENTRACIÓN:
Los ojos están cerrados y dirigidos al punto del entrecejo, o ligeramente abiertos para mantener el equilibrio, si es necesario.
RESPIRACIÓN:
Respirando siempre por la nariz, inspira profundamente, retén la respiración y saca el ombligo tanto rato como puedas. Espira, aguanta sin respirar y saca de nuevo el ombligo. Continúa este ciclo.
TIEMPO: De 1 a 2 minutos.
FINAL: Inspira y retén el aire durante 5 segundos, espira y relaja.
COMENTARIOS:
Junto con las glándulas paratiroides, la glándula tiroides es la guardiana de la salud y de la belleza. El desequilibrio entre estas glándulas puede hacerte envejecer antes de tiempo. La tiroides afecta a la piel, el cutis y el aspecto externo.
Esta meditación también se llama, la inclinación milagrosa. Sus otros beneficios son promover el equilibrio emocional y mental, así como prevenir la menopausia prematura.

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