Los aficionados a las maratones suelen considerar que las zapatillas especialmente diseñadas para correr son esenciales para evitar lesiones. Sin embargo, trotar descalzos podría ser la mejor manera de prevenir un mal paso.
Los aficionados a las maratones suelen considerar que las zapatillas especialmente diseñadas para correr son esenciales para evitar lesiones. Sin embargo, trotar descalzos podría ser la mejor manera de prevenir un mal paso, concluyó una investigación realizada en Estados Unidos.
El hábito de correr en forma periódica –se sabe- genera múltiples beneficios a la salud. Además de mejorar el sistema cardiovascular, beneficia al cerebro, fortalece a los músculos, previene la osteoporosis y ayuda a bajar de peso, entre muchas otras ventajas.
Sin embargo esta actividad puede generar lesiones en tejidos como los músculos y las articulaciones, especialmente de la rodilla, tobillos y pies. Afortunadamente, un entrenamiento correcto acompañado por una adecuada entrada en calor y calentamiento posterior al ejercicio disminuyen mucho la frecuencia de estas complicaciones.
Pero hay detalles interesantes en estas situaciones. Uno fue encontrado por científicos de la Universidad de Harvard que hicieron un hallazgo sorprendente: otra buena manera de evitar las lesiones podría consistir en correr descalzo. Y por medio de análisis y estudios con deportólogos sostuvieron que trotar sin zapatillas hace que el paso se apoye sobre las partes delantera y central del pie, permitiendo usar mejor la arquitectura del pie y la pierna para esquivar las lesiones.
"Las personas que no usan zapatillas cuando corren tienen un paso sorprendentemente diferente. Por la forma en que caen evitan el impacto de manera más eficiente que los que usan calzado", afirmó Daniel E. Lieberman, uno de los autores.
CORRER CON LAS PUNTAS DE LOS PIES
Lieberman realizó la investigación con corredores de Estados Unidos y Kenia, que fueron divididos en tres grupos: los que siempre corrieron descalzos, los que siempre usaron zapatillas, y los que decidieron abandonar gradualmente las zapatillas para poder correr descalzos.
Los científicos observaron que los que usaban zapatillas experimentaban una fuerza de coalición grande y repentina al momento de apoyar el pie. Por el contrario, "las personas que corren descalzas estiran más la punta de sus pies cuando llegan al piso. De esta manera, disminuyen el impacto que causa el efecto en masa del pie que se apoya en conjunto", explicó Madhusudhan Venkadesan, otro de los autores.
Lieberman advirtió que quienes desean comenzar a correr descalzos o con un calzado mínimo deben hacerlo paulatinamente, ya que tienen que reforzar los músculos de la pantorrilla y del pie. Concluyó que sus hallazgos deberían servir para mejorar la prevención de las heridas que suelen sufrir los corredores.
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