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lunes, 12 de febrero de 2018

Posturas de yoga para aliviar la ansiedad





Antes de comenzar a hablarte cómo el yoga puede ayudarte a reducir la ansiedad, me gustaría hacer un pequeño paréntesis. Como quizás sepas o hayas experimentado, el yoga es una forma de vivir la vida y es mucho más que posturas. Es también respiración, meditación, alimentación consciente, relajación y es el cómo te abres al momento presente en cada instante. Es Conciencia y es Amor. Es Liberación de las ataduras de la mente. Es más… es mucho más que posturas.

Una investigación piloto en la Universidad de Los Ángeles, California, ha estudiado el efecto del yoga en las personas que tienen un trastorno de ansiedad generalizada.

Según la investigación, el yoga alivia la ansiedad mediante la inducción de la respuesta de relajación. En primer lugar, las asanas más activas estimulan el sistema nervioso simpático; mientras las más calmadas movilizan el sistema nervioso parasimpático. El efecto es un raro momento de calma que está sanando a la mente ansiosa mientras el practicante está ejecutando las asanas, y ese efecto le acompañará por un período que estará de acuerdo al tiempo en que vuelva a realizar la práctica.
Los pacientes que colaboraron en la investigación, participaron en una serie de seis semanas de clases diseñadas por la profesora Marla Apt, en estrecha consulta con el maestro BKS Iyengar, el fundador de Iyengar Yoga. Muchos de ellos eran nuevos en el yoga, asistieron a clases tres veces a la semana y respondieron a una serie de cuestionarios sobre sus estados emocionales antes y después de practicar. Incluso en ese corto tiempo, se notó una reducción significativa en la ansiedad y la depresión y un marcado aumento en los estados de ánimo positivos y la energía global.

El yoga es un tratamiento natural, eficaz para el trastorno de la ansiedad aguda y depresión. La práctica diaria de la relajación, la respiración, la práctica física y la meditación es esencial y sería ideal que formara parte imprescindible del tratamiento de ese trastorno.

Otro estudio realizado en 2007 por investigadores de Boston, encontraron que hacer yoga aumenta los niveles de ácido gamma-aminobutírico, un neurotransmisor que puede ayudar a reducir la ansiedad.

El yoga intensifica y re-equilibra el estado hormonal del cuerpo. El enfoque mental en las posturas, combinado con la respiración, no sólo ayuda a detener el pensamiento obsesivo destructivo, sino también entrena la mente para alcanzar la calma.

Quizás tú mismo lo has experimentado: sentirte muy agitado y por un momento poder parar y respirar profundo; unos minutos de respiración estabilizarán la mente y te generará calma. Incluso si no tienes mucho tiempo, pocos minutos de meditación pueden hacer una diferencia.

Para tener en cuenta en tu práctica

Cuando sientas que entras en una crisis de ansiedad, primero que todo intenta parar y respirar, al menos por un momento. Observa que es tu mente que acelerada, huye del presente y casi siempre hacia un futuro que no existe. ¿Quién sabe lo que puede pasar en el segundo siguiente, en el próximo minuto o el año que viene?

La secuencia que te puse anteriormente la puedes realizar cada día o cuando te sientas mal. (Si padeces de ansiedad severa, consulta a tu médico antes de intentar esta secuencia calmante). Mi principal consejo es que seas regular en la práctica pues esto te ayudará a que con el tiempo, estas crisis sean cada vez más esporádicas o lleguen a desaparecer, como le ha sucedido a muchos practicantes de yoga.
– Mantén la postura el tiempo que puedas. Si es posible entre 1 y 2 minutos. En la postura Viparita Karani (piernas sobre la pared) puedes estar entre 5 y 10 minutos y lo mismo para Savasana (El Cadáver)
– Escucha tu cuerpo y no lo fuerces, no tiene sentido que tu práctica te estrese más o te cause más tensión. Ve poco a poco, manteniendo siempre tu atención en la respiración. Si esta se agita, haz menos o deshaz la postura.
– Trae una y otra vez tu mente a lo que estás haciendo. Puede que los pensamientos sigan llegando y que el problema que ronda por tu cabeza volverá una y otra vez. No pasa nada, con amabilidad y con amor, cuando te des cuenta de que tu mente se ha distraído, vuélvela al momento presente.
– Trátate con Amor. No te juzgues en ningún momento. Lo estás haciendo lo mejor que puedes. Acepta el estado en el que estás y sigue dando esos pasos, poco a poco.

“A menos que el ser humano sea una luz para sí mismo, nada tiene importancia, porque si depende de alguien, se encuentra entonces en un estado de perpetua ansiedad”.

Jiddu Krishnamurti.

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