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domingo, 18 de abril de 2021

YOGA posturas

  


El yoga es una buena manera de trabajar nuestro cuerpo. Como hemos comentado en infinidad de ocasiones es una buena manera de mantener los músculos y las articulaciones en perfecto estado. Pero a la hora de llevarlo a cabo, podemos centrarnos en el trabajo de algunas partes del cuerpo. En esta ocasión nos vamos a detener en la espalda.

El fortalecimiento de la espalda es un punto que mucho queremos conseguir, ya que es una de las mejores maneras de corregir la postura y evitar dolores en esta parte del cuerpo. Conseguirlo con el yoga es una buena manera de hacerlo.

Practicar yoga nos servirá para conectar el cuerpo con la mente, y conseguir, no solo una mejor calidad física, si no un mejor balance psicológico del cuerpo.
Practicar yoga nos ayudará a aliviar tensión en determinadas partes del cuerpo. La espalda es una parte que se puede ver muy beneficiada por esta actividad

La correcta combinación de ejercicio con un conocimiento de la técnica, nos ayudará a lograr los mejores resultados a la hora de practicar yoga. Por eso es una buena alternativa para conseguir una espalda mucho más relajada y en perfecto estado.
Fortalece y cuida tu espalda practicando Yoga: cinco asanas para conseguirlo.
Como ya hemos visto en anteriores ocasiones, practicar yoga nos servirá para conectar el cuerpo con la mente, y conseguir, no solo una mejor calidad física, si no un mejor balance psicológico del cuerpo.

No debemos olvidar que el yoga es una actividad que nos servirá para conseguir una mayor relajación a nivel general. Por ello es una buena forma de eliminar tensión de esta parte del cuerpo, a la vez que conseguimos unos músculos en mejor estado en toda la espalda.

Por ello en esta post nos vamos a detener en diferentes asanas que nos servirán para trabajar esta parte del cuerpo y fortalecerla de la manera adecuada. En concreto, vamos a destacar cinco posturas que nos van a ayudar a conseguirlo a través de la práctica de esta actividad.

Perro boca abajo

En primer lugar nos vamos a detener en el asana conocido como perro boca abajo. Para ello comenzaremos en posición fetal, estirando los brazos hacia adelante y apoyando las palmas de las manos fuertemente al suelo. La cabeza la mantendremos relajada durante todo el tiempo que dura la actividad.

Acto seguido, apoyaremos los pies al suelo por las puntas. Para ello lo haremos elevando ligeramente el trasero y las piernas, con las rodillas ligeramente dobladas. La espalda permanecerá recta y los brazos estirados hacia adelante.

Realizar un arco con la espalda y estirar la espalda al máximo es lo que buscaremos con la realización de este asana
Para finalizar el asana, lo que haremos será fijar los pies al suelo por la planta, y estirar las piernas por completo sin levantar las manos del suelo. Es importante elevar el trasero como si tiraran de un hilo. De este modo, lo que conseguiremos será estirar todos los músculos de la espalda por completo y conseguiremos un amayor relajación de esta zona del cuerpo.

Perro hacia arriba

Como segunda alternativa nos vamos a detener en el asana conocido como perro hacia arriba. Para ello nos vamos a colocar a cuatro patas con los brazos estirados a los lados del cuerpo y las palmas de las manos apoyadas por completo en el suelo.

Partiendo de esta postura, apoyaremos los pies por las puntas, echando las piernas hacia atrás estiradas, de modo que el cuerpo quede recto por completo. Acto seguido doblaremos los codos sin separar las manos ni los pies del suelo, y bajaremos el cuerpo, que permanecerá recto, prácticamente hacia el suelo.

Es muy importante mantener las piernas pegadas al suelo y es necesario elevar el tronco para conseguir así estirar al máximo la espalda
En esta postura, elevaremos la espalda de nuevo, a la vez que estiramos los brazos y apoyamos ahora los pies por el empeine. Sin separar las piernas del suelo, estiraremos la espalda hacia arriba, el cuello, llevando los omóplatos hacia atrás, para así conseguir estirar toda la espalda, y sobre todo la zona lumbar.

Gato

Como tercera alternativa nos vamos a detener en el asana conocido como gato. Para realizarlo nos colocaremos a cuatro patas en el suelo, colocados por las palmas de las manos con los brazos estirados. Nos apoyaremos por las rodillas, y la primera postura que vamos a adoptar es arquear la espalda hacia afuera con la cabeza hacia adentro. Es lo que se conoce como enroscarnos, para estirar la columna.

Para mantener esta postura, lo que vamos a hacer es intentar elevar la espalda lo máximo que podamos. Mientras controlamos la respiración en todo momento. Además, es necesario mantener el cuello relajado en todo momento para no cargar la parte cervical.

Realizaremos una flexión de espalda hacia afuera para estirar toda la columna y conseguir así relajar más esta parte
Al terminar esto, lo que haremos será estirar los brazos hacia adelante, con las palmas de las manos estiradas y apoyadas en el suelo. Al hacer esto, bajaremos la espalda, que debemos mantener recta y que nos ayudará a conseguir un mayor estiramiento de la zona completa.

Paloma

En cuarta posición nos vamos a detener en el asana conocido como paloma. Para comenzar a realizar esta postura, llevaremos las dos piernas hacia atrás apoyadas por los pies al suelo, y los brazos estirados, apoyados por las palmas de las manos. El trasero estará elevado.

Partiendo de esta postura, la pierna derecha la llevaremos hacia delante, y la colocaremos por detrás de los brazos apoyada en el suelo. En esta postura, ambas piernas estarán apoyadas al suelo y la espalda quedará recta. De este modo, conseguiremos estirar esta parte del cuerpo.

Llevaremos una pierna hacia adelante manteniendo la otra estirada y pegadas ambas al suelo para así estirar al máximo la espalda y los glúteos
Para mejorar el rendimiento de la postura, podemos llevar el pie adelantado hacia el cuerpo. De este modo, al igual que juntando los omóplatos más, lograremos estirar mucho más las partes que queremos trabajar, que son los músculos de la espalda. No debemos olvidar que también lograremos estirar los músculos de las piernas y los glúteos.

El niño

En último lugar nos vamos a detener en el asana conocido como la postura del niño. Es una de las más sencillas, y por ello es muy indicada para estirar por completo la espalda y conseguir una mayor descongestión de esta parte y así conseguir una mayor salud en los músculos y todas las partes que componen la espalda.

Para ello nos colocaremos de rodillas en el suelo con las piernas juntas. En esta postura echaremos el cuerpo hacia adelante con los brazos estirados. Intentaremos apoyar las palmas de las manos al suelo y pegar las rodillas al pecho. Es una postura sencilla, pero nos servirá para estirar a la perfección la espalda.

Nos colocaremos en posición fetal con los brazos y la espalda estirados hacia adelante para aliviar la tensión de esta parte del cuerpo
Para lograr un mayor efecto con esta postura lo ideal es estirar al máximo los brazos, adelantando lo más que podamos la palmas de las manos. Todo esto sin separar las rodillas del pecho. Cuanto más estiremos, más conseguiremos descongestionar la zona de la espalda y mejorar el estado general de esta parte.

Yoga o Pilates: qué opción es mejor si busco ganar fuerza y trabajar la flexibilidad
EN VITÓNICA
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Es muy importante que a lo largo de todo el tiempo que llevemos a cabo cada uno de estos asanas, controlemos la respiración y no mantengamos el cuello rígido. De este modo conseguiremos ejecutar mucho mejor cada movimiento y cada postura.

Es necesario que sepamos que el yoga no es un deporte de riesgo, si no que es necesario que cada asana lo realicemos tranquilamente y sin forzar al cuerpo de manera innecesaria. De este modo lo que lograremos será un trabajo mucho mejor y completo de la parte que estamos trabajando en este caso, que es la espalda.

 Yoga

Practicar yoga nos servirá para conectar el cuerpo con la mente, y conseguir, no solo una mejor calidad física, si no un mejor balance psicológico del cuerpo.
Practicar yoga nos ayudará a aliviar tensión en determinadas partes del cuerpo. La espalda es una parte que se puede ver muy beneficiada por esta actividad

La correcta combinación de ejercicio con un conocimiento de la técnica, nos ayudará a lograr los mejores resultados a la hora de practicar yoga. Por eso es una buena alternativa para conseguir una espalda mucho más flexible.


No debemos olvidar que el yoga es una actividad que nos servirá para conseguir una mayor relajación a nivel general. Por ello es una buena forma de eliminar tensión de esta parte del cuerpo, a la vez que conseguimos unos músculos en mejor estado en toda la espalda.

Por ello en esta post nos vamos a detener en diferentes asanas que nos servirán para trabajar esta parte del cuerpo y fortalecerla de la manera adecuada. En concreto, vamos a destacar cinco posturas que nos van a ayudar a conseguirlo a través de la práctica de esta actividad.

Perro boca abajo


En primer lugar nos vamos a detener en el asana conocido como perro boca abajo. Para ello comenzaremos en posición fetal, estirando los brazos hacia adelante y apoyando las palmas de las manos fuertemente al suelo. La cabeza la mantendremos relajada durante todo el tiempo que dura la actividad.

Acto seguido, apoyaremos los pies al suelo por las puntas. Para ello lo haremos elevando ligeramente el trasero y las piernas, con las rodillas ligeramente dobladas. La espalda permanecerá recta y los brazos estirados hacia adelante.
Realizar un arco con la espalda y estirar la espalda al máximo es lo que buscaremos con la realización de este asana

Para finalizar el asana, lo que haremos será fijar los pies al suelo por la planta, y estirar las piernas por completo sin levantar las manos del suelo. Es importante elevar el trasero como si tiraran de un hilo. De este modo, lo que conseguiremos será estirar todos los músculos de la espalda por completo y conseguiremos un amayor relajación de esta zona del cuerpo.

Perro hacia arriba


Como segunda alternativa nos vamos a detener en el asana conocido como perro hacia arriba. Para ello nos vamos a colocar a cuatro patas con los brazos estirados a los lados del cuerpo y las palmas de las manos apoyadas por completo en el suelo.

Partiendo de esta postura, apoyaremos los pies por las puntas, echando las piernas hacia atrás estiradas, de modo que el cuerpo quede recto por completo. Acto seguido doblaremos los codos sin separar las manos ni los pies del suelo, y bajaremos el cuerpo, que permanecerá recto, prácticamente hacia el suelo.
Es muy importante mantener las piernas pegadas al suelo y es necesario elevar el tronco para conseguir así estirar al máximo la espalda

En esta postura, elevaremos la espalda de nuevo, a la vez que estiramos los brazos y apoyamos ahora los pies por el empeine. Sin separar las piernas del suelo, estiraremos la espalda hacia arriba, el cuello, llevando los omóplatos hacia atrás, para así conseguir estirar toda la espalda, y sobre todo la zona lumbar.
Gato
Como tercera alternativa nos vamos a detener en el asana conocido como gato. Para realizarlo nos colocaremos a cuatro patas en el suelo, colocados por las palmas de las manos con los brazos estirados. Nos apoyaremos por las rodillas, y la primera postura que vamos a adoptar es arquear la espalda hacia afuera con la cabeza hacia adentro. Es lo que se conoce como enroscarnos, para estirar la columna.

Para mantener esta postura, lo que vamos a hacer es intentar elevar la espalda lo máximo que podamos. Mientras controlamos la respiración en todo momento. Además, es necesario mantener el cuello relajado en todo momento para no cargar la parte cervical.
Realizaremos una flexión de espalda hacia afuera para estirar toda la columna y conseguir así relajar más esta parte

Al terminar esto, lo que haremos será estirar los brazos hacia adelante, con las palmas de las manos estiradas y apoyadas en el suelo. Al hacer esto, bajaremos la espalda, que debemos mantener recta y que nos ayudará a conseguir un mayor estiramiento de la zona completa.

Paloma


En cuarta posición nos vamos a detener en el asana conocido como paloma. Para comenzar a realizar esta postura, llevaremos las dos piernas hacia atrás apoyadas por los pies al suelo, y los brazos estirados, apoyados por las palmas de las manos. El trasero estará elevado.

Partiendo de esta postura, la pierna derecha la llevaremos hacia delante, y la colocaremos por detrás de los brazos apoyada en el suelo. En esta postura, ambas piernas estarán apoyadas al suelo y la espalda quedará recta. De este modo, conseguiremos estirar esta parte del cuerpo.
Llevaremos una pierna hacia adelante manteniendo la otra estirada y pegadas ambas al suelo para así estirar al máximo la espalda y los glúteos

Para mejorar el rendimiento de la postura, podemos llevar el pie adelantado hacia el cuerpo. De este modo, al igual que juntando los omóplatos más, lograremos estirar mucho más las partes que queremos trabajar, que son los músculos de la espalda. No debemos olvidar que también lograremos estirar los músculos de las piernas y los glúteos.
El niño


En último lugar nos vamos a detener en el asana conocido como la postura del niño. Es una de las más sencillas, y por ello es muy indicada para estirar por completo la espalda y conseguir una mayor descongestión de esta parte y así conseguir una mayor salud en los músculos y todas las partes que componen la espalda.

Para ello nos colocaremos de rodillas en el suelo con las piernas juntas. En esta postura echaremos el cuerpo hacia adelante con los brazos estirados. Intentaremos apoyar las palmas de las manos al suelo y pegar las rodillas al pecho. Es una postura sencilla, pero nos servirá para estirar a la perfección la espalda.
Nos colocaremos en posición fetal con los brazos y la espalda estirados hacia adelante para aliviar la tensión de esta parte del cuerpo

Para lograr un mayor efecto con esta postura lo ideal es estirar al máximo los brazos, adelantando lo más que podamos la palmas de las manos. Todo esto sin separar las rodillas del pecho. Cuanto más estiremos, más conseguiremos descongestionar la zona de la espalda y mejorar el estado general de esta parte.


Es muy importante que a lo largo de todo el tiempo que llevemos a cabo cada uno de estos asanas, controlemos la respiración y no mantengamos el cuello rígido. De este modo conseguiremos ejecutar mucho mejor cada movimiento y cada postura.

Es necesario que sepamos que el yoga no es un deporte de riesgo, si no que es necesario que cada asana lo realicemos tranquilamente y sin forzar al cuerpo de manera innecesaria. De este modo lo que lograremos será un trabajo mucho mejor y completo de la parte que estamos trabajando en este caso, que es la espalda.

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