YOGA Y MEDICINA

En la época actual, muchos médicos recomiendan a sus sus pacientes que practiquen yoga. Es extraña esta situación -por una parte- debido a que ellos mismos no han tomado clases de yoga, y aun así se atreven a recomendarlo; pero por otro lado, es positivo que esté ocurriendo. El asunto es que: los profesionales de la salud; los sacerdotes católicos y de otras religiones; y las autoridades académicas, ninguno de ellos tienen claro, de que se trata esta disciplina. Entonces a pesar que intuyen que es algo bueno para las personas, a su vez lo recelan y desconfían; aunque cada día que pasa todos, van teniendo más referencias, que el yoga es muy benéfico y que a las personas les hace muy bien.

Lo irónico es que ni siquiera los mismos profesores de yoga (en un gran porcentaje) tienen muy claro en qué consiste su rol, como yoguis, dentro de la sociedad moderna; y como deben relacionarse con los otros profesionales y demás actividades cercanas o afines al yoga. Por esa razón es importante recalcar, que los "profesores de yoga" deben tener muy en claro que "ellos no son" : ni psicólogos, ni psicoanalistas, ni kinesiólogos, ni médicos, ni sacerdotes, ni profesores de gimnasia, ni filósofos. Y que además deben tener mucha prudencia, de no invadir, ninguno de estos oficios -para los cuales no están preparados- y es un gran error confundirse a sí mismos y también confundir a otros, ya que el rol como yoguis, dentro de la sociedad, es también de una gran utilidad. El área de trabajo que los profesores de yoga cubren implica, en primera instancia, todo lo relativo al estrés y las tensiones, que los individuos van acumulando a nivel, físico, emocional y mental. Solo después que se alivie esa pesada carga, se podrá entrar en asuntos más profundos y existenciales como el sentido de la vida, el cultivo de la energía sutil, la realización espiritual, etc.



El yoga aporta un alivio rápido y efectivo en la "prevención" de casi todas las dolencias que sufre el ser humano como consecuencia del estrés y las tensiones: problemas cardiacos, desórdenes endócrinológicos, síndrome de agotamiento crónico, angustia, pánicos, ansiedad, agresividad, etc.Todo esto puede ser evitado con una practica regular del yoga. Pero esto debe hacerse de manera preventiva, pues cuando una enfermedad seria, ya esta instalada es al profesional de la medicina, donde la persona -en primer lugar- debe ir a curarse, y solo con la autorización de su médico podrá después, complementar su tratamiento con el yoga.

POR JOSÉ MAUREIRA