La limpieza del hígado es una de las mejores cosas que se puede hacer por el cuerpo
Hasta ayer, nunca había limpiado mi
hígado. Lo que me hizo tomar esta determinación es un método sencillo
con alta eficiencia en la eliminación de toxinas. Los últimos dos años
he hecho diferentes dietas exitosas de limpieza que se centraban en
vegetales verdes, zumos verdes, batidos verdes y súper-alimentos. En
cada una, quedé sorprendida de la cantidad de toxinas que se liberaron.
Desde la semana pasada tengo un fuerte sabor metálico en mi boca que
denota que mi cuerpo se está limpiando de los metales pesados que se han
almacenado en los tejidos del cerebro, la pared intestinal, los
músculos, ligamentos, tejido conectivo y los huesos.
Cuanto más se desintoxica el cuerpo, más
presión se pone sobre el hígado, así que decidí que era hora de limpiar
el hígado para eliminar los cálculos biliares en caso de que los
tuviera. En mi próximo artículo voy a detallar cómo lo hice. Hoy sin
embargo, me gustaría explicar por qué se debe hacerlo.
¿Cómo saber si se tienen cálculos
biliares? Solo un 10% de las personas no tienen cálculos biliares. Esto
significa que tendrías un 90% de posibilidades de tenerlos.
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El 90% de las personas tienen cálculos biliares
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El 80% de las personas no saben que tienen cálculos biliares (no se pueden ver cuando la vesícula biliar se escanea o se toman radiografías)
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El 50% de los niños tiene cálculos biliares
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Aproximadamente el 80% de todos los cálculos biliares no presentan síntomas y pueden permanecer en un estado “silencioso” durante años.
Cuando
hablamos del hígado, también tenemos que pensar en la vesícula biliar,
la bilis y los intestinos, porque todo está conectado como se comenta a
continuación.
La operación de la vesícula biliar es la
operación más común en América del Norte. Cada año y debido a problemas
con los cálculos biliares, más de medio millón de personas en los
Estados Unidos y más de 50.000 en Canadá se someten a cirugía para
extirpar la vesícula. Uno de los trabajos del hígado es producir
bilis. El hígado está lleno de canales que suministran la bilis (un
líquido producido por el hígado para ayudar a digerir las grasas) a un
canal ancho. La vesícula biliar está adjunta a este canal grande y
actúa como un depósito de almacenamiento. Comer grasas ocasiona que la
vesícula se oprima para vaciarse después de unos veinte minutos, y la
bilis almacenada se dirija hacia el intestino a través de este gran
canal.
La bilis contiene una gran cantidad de
toxinas que tienen que ser eliminadas de nuestro cuerpo. Gran parte de
ellas serán eliminadas por el hígado. El problema es que la bilis se va
directamente a nuestros intestinos, y al suceder esto, tenemos la
posibilidad de absorber de nuevo las toxinas en nuestro torrente
sanguíneo.
La fibra natural que se encuentra en los
alimentos se une con la bilis y ayuda a sacarla de nuestros intestinos.
¿Qué sucede si no comemos suficiente fibra? Es posible que se pueda
reabsorber la bilis de nuevo en la sangre y en el flujo linfático. Así
que si tenemos una mala alimentación nos volveremos cada vez más
tóxicos. Os animo a beber con regularidad batidos verdes que están
llenos de fibra y ayudan a barrer las toxinas fuera del cuerpo.
Con el fin de evitar la reabsorción de
las toxinas, nuestros intestinos producen mayores cantidades de moco en
sus paredes tratando de proteger revestimiento interior y prevenir la
absorción de elementos dañinos. El moco es siempre un síntoma de una
enfermedad o condición que puede requerir tratamiento, como el síndrome
del intestino irritable, colitis ulcerosa (una forma de enfermedad
inflamatoria intestinal) y se ve en menor grado en la enfermedad de
Crohn. Cuando se entra en el proceso de desintoxicación, también se
puede observar que un moco blanco sale del cuerpo. Esto sin embargo es
un buen síntoma.
Cuando tenemos una excesiva cantidad de
toxinas, el hígado comienza a coagular algo de bilis que contiene una
gran cantidad de toxinas, con el fin de dejarla pasar a través de
nuestros intestinos sin ser absorbida. Los ácidos coagulados se llaman
cálculos biliares y en ocasiones se transmiten de los intestinos, cuando
comemos alimentos altos en grasa. A medida que los cálculos crecen y se
hacen más numerosos, la presión trasera en el hígado ocasiona que se
fabrique cada vez menos bilis y cause el aumento del nivel del
colesterol.
Los cálculos biliares se deben eliminar,
porque al ser porosos pueden recoger todas las bacterias, quistes,
virus y parásitos que pasan a través del hígado. De esta manera se
forman unos “nidos” de infección, que continuamente están suministrando
al cuerpo bacterias frescas. Ninguna infección estomacal, como úlceras o
inflamación intestinal, puede ser curada permanentemente sin eliminar
los cálculos biliares del hígado. Recuerda, una limpieza de cálculos
biliares es una de las mejoras cosas que se pueden hacer para curar
enfermedades denominadas como “incurables” y degenerativas.
No sólo los cálculos biliares pueden
reducir la producción de bilis, sino que algunos de ellos también pueden
bajar a la vesícula biliar. Debido a que no se obtiene suficiente
bilis, las grasas que se comen no se digieren correctamente, y por lo
tanto el cuerpo no es capaz de absorberlas. Al no tener suficiente bilis
en los intestinos, afectará también a la flora intestinal y se será más
susceptible a los parásitos intestinales. ¿Sabías que el 80% de la
gente tiene parásitos intestinales? Una vez que los parásitos entran en
el sistema intestinal, se comen los nutrientes y secretan las toxinas
que se absorben.
Las toxinas de los parásitos también
matan a la flora intestinal (bacterias beneficiosas). Sin la flora
intestinal, la candida y otras levaduras crecen dentro del intestino sin
control. La candida puede escapar de los intestinos y causar muchos
problemas en la piel, músculos o cerebro, y por lo general disminuye la
inmunidad, lo que nos hace más susceptibles a cualquier otra infección.
Sin la flora intestinal, la digestión no va a extraer correctamente los
nutrientes de los alimentos para ser absorbidos sino todo lo contrario,
se absorberán toxinas. Con este tipo de digestión, se puede desarrollar
estreñimiento, colitis, enfermedad de Crohn, síndrome del intestino
irritable, eczemas, tumores, alergias, artritis y cáncer entre otros
problemas de salud.
El hígado está produciendo cálculos
biliares constantemente, lo que es positivo porque significa que el
hígado empaqueta todas las toxinas dentro de pequeñas canicas para que
no se reabsorban en el intestino. Lo mejor de todo es que se pueden
extraer los cálculos biliares en 24 horas repitiendo el proceso (cada
2-3 semanas) tantas veces como sea necesario hasta eliminar todo lo que
se tenga. Limpiar el hígado de cálculos mejora extraordinariamente la
digestión, que es la base de una buena salud. Este sistema es fácil,
seguro e indoloro.
FUENTE: NATURALIA
FUENTE: NATURALIA
ME GUSTO MUCHO ESTA INFORMACION Y ME PARECE MUY UTIL PARA TODOS.
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