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martes, 8 de abril de 2014

Yoga Tibetano: EL CICLO DE LAS 9 RESPIRACIONES





Es un método para purificar la energía sutil de las corrientes o aires internos, lo que favorece la transformación de la mente y el cuerpo desequilibrados.

Nos sentamos en la postura vajra (con las piernas cruzadas como en loto con el pie derecho sobre el muslo izquierdo) visualizamos que el cuerpo físico gradualmente se disuelve en luz hasta que nos quedamos como una imagen mental holográfica que centellea con luces de arco-iris. Si nos resulta complicado imaginamos simplemente que nuestro cuerpo se vuelve muy limpio y luminoso.
Visualizamos en el espacio frente a nosotros a muchos Budas, Bodisatvas y Seres Santos.
Visualizamos los tres canales, el central que va desde el entrecejo a cuatro dedos por debajo del ombligo y los dos laterales que van desde las fosas nasales, el canal derecho en la fosa derecha y el izquierdo en la izquierda, paralelos al canal central y se unen a él cuatro dedos por debajo del ombligo. El canal central es muy poderoso y está lleno de energía de vida, los laterales son finos y débiles.

Cerramos el puño izquierdo en la postura vajra (cerramos la mano con el pulgar presionando levemente la base del dedo anular) y lo colocamos debajo de la axila derecha. Hacemos el puño vajra con la mano derecha pero dejando extendido el dedo corazón con el índice presionando la base de la uña. De modo que quedan el meñique y el anular cerrados, el pulgar bajo el anular, extendidos el dedo corazón y el índice que queda apoyado en la base de la uña del dedo corazón. La mano derecha en esta postura se coloca para tapar el orificio nasal izquierdo con el dedo corazón.

Respiramos a través del orificio nasal derecho y visualizamos que la esencia de las medicinas, de los cinco elementos puros, la energía positiva y todo tipo de bendiciones entran por el canal derecho y se absorben en la corriente de energía sutil del corazón en forma de luz blanca. A continuación se tapa el orificio nasal derecho y exhalamos en tres cortas exhalaciones por el orificio nasal izquierdo imaginando que todas nuestras enfermedades, corrientes o aires de vida contaminados, los demonios internos y las interferencias en el lado izquierdo de nuestro cuerpo son expulsadas en forma de humo negro contaminado.
En el canal derecho están almacenados todos los obstáculos basados en el orgullo, el odio y la soberbia, entonces al inspirar energía positiva por el orificio nasal derecho, todas estas negatividades son empujadas por la energía de la compasión y hacen ascender los obstáculos del lado izquierdo basados en el deseo y el apego y todas estas energías perturbadas salen por la fosa nasal izquierda.
Repetir 3 veces.

A continuación
Inspiramos por la fosa nasal izquierda las energías positivas y de sanación y exhalamos la enfermedad, los aires contaminados y las interferencias del lado derecho del cuerpo a través de la fosa nasal derecha. En el canal de la izquierda se acumulan los obstáculos basados en el deseo y el apego, entonces la energía de la renuncia de los Budas y Bodisatvas que introducimos con la inspiración empuja y hace descender en el canal izquierdo todas estas energías que pasarán al lado derecho y empujaran a las energías del odio y el orgullo y saldrán por la fosa nasal derecha.

Repetir 3 veces

Seguidamente colocamoslas manos en el mudra de la meditación de Amitaba y respiramospor ambos orificios nasales al mismo tiempo, visualizando que la energía de los Seres Santos y la sabiduría de todos los Budas y Bodisatvas entra por ambos canales derecho e izquierdo y se absorbe en la energía de aire sutil del corazón. Nos concentramos en ello hasta que nos resulte incómodo, entonces expulsamostodas las negatividades, las enfermedades físicas y mentales y los aires contaminados, del lado derecho e izquierdo del cuerpo, en tres cortas exhalaciones por ambas fosas.

Repetimos 3 veces.

Hasta ahora teníamos conectados los canales laterales entre sí, pero ahora los conectamos al canal central, y empujados por esta energía de bendiciones, las energías perturbadas correspondientes descienden por ambos canales, pasan al canal central donde empujan a la energía de la ignorancia para salir todas juntas por ambas fosas nasales.
El mudra de la meditación de amitaba simboliza la unión de las energías femenina y masculina. También simboliza cuidar el canal central y mantener nuestra energía de vida en él.
Las respiraciones han de hacerse con suavidad.

Con este método echamos fuera todos los aires contaminados, fumar es un gran estorbo para nuestra practica, pues el tabaco ensucia y hace mucho más impuros estos aires que circulan en nuestro interior. Dentro de nuestro canal central se haya nuestra mente sutil que es lo que debemos desarrollar y hacer circular por este canal. Fumar es un obstáculo.


Bibliografía
Lama Gangchen Rimpoché: Autocuración II
Gueshe Jampel Sanghe: Sueños, muerte y bardo

Fuente: 
http://www.sondepaz.com/index.php?option=com_content&view=section&id=2&layout=blog&Itemid=34&limitstart=56

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